Reflexión 15 de Mayo

Buenos días en el Día del Señor.
En este día serán canonizados en Roma diez Beatos, entre ellos está Carlos de Foucauld, que siempre tuvo un gran amor a la Santísima Virgen.
Su vida tiene un gran atractivo para quien necesita o quiere buscar a Dios en su vida personal.
Cuidaba mucho la celebración del Mes de María porque esperaba siempre poder revivir, gracias a María, una nueva conversión espiritual.
Es conocida su consagración a la Virgen María, que a continuación transcribo para conocimiento y deleite espiritual de cada uno de los que aquí nos encontramos cada día, precisamente en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Dice: “Virgen María, madre mía, me consagro a ti y confío en tus manos mi existencia entera.
Acepta mi pasado con todo lo que ha sido, acepta mi presente con todo lo que es, acepta mi futuro con todo lo que será. Te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de Dios.
Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón. Pongo en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores, mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegras. Cuida mi vida y mis acciones, para que sea más fiel a Dios y, con tu ayuda, alcance la salvación.
Hazme participar de una santidad igual a la tuya. Vuélveme conforme a Cristo, ideal de mi vida. Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud, para que me ayudes a no envejecer en la fe. Te confío mi capacidad y ganas de amar como has amado tú y como Jesús quiere que se ame. Te confío mis incertidumbres y angustias, para que en tu corazón yo encuentre seguridad, sostén y luz.
María, soberana de mi vida y de mi conducta, dispón de mí y de todo lo que me pertenece, para que camine siempre unido al Señor bajo tu mirada de madre.
María, soy todo tuyo y cuanto poseo te pertenece ahora y siempre. Amén”.
Os invito a conocer a Carlos de Foucauld, porque merece la pena ver una vida en soledad y con apariencia de infecundidad, que una vez muerto surge en la Iglesia un gran número de Instituciones de todo tipo que siguen su espiritualidad bajo su patrocinio.
Y hoy es a San Carlos de Foucauld al que te pido le reces en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, porque en el día de su canonización Dios no le negará nada de lo que pidamos por su intercesión. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es