Reflexión 5 de Noviembre

Buenos días en este Primer Viernes de mes, dedicado como bien sabemos a la reparación de tantas injurias y ofensas que recibe el Sagrado Corazón de Jesús.
También es el mes dedicado a los Difuntos, por los que hemos de ofrecer sufragios en la mayor medida que nos sea posible, pues no hay mayor obra de caridad y de misericordia que ayudar a los hermanos que nos precedieron en el signo de la Fe, y aún peregrinan hacia el Cielo purificando sus culpas en el Purgatorio.
Cualquier oración, sacrificio, penitencia, o la Santa Misa, que se pueda ofrecer por ellos, será el mayor bien que se hará por cualquier familiar, amigo, conocido o no conocido, pues ha de tenerse en cuenta que los difuntos en el Purgatorio, no están en condiciones de poder merecer por sí mismos.
Os transcribo el Himno de Laúdes del Oficio de Difuntos, para que también os sirva de oración y reflexión.
“Salen de la ciudad en larga hilera los amigos del hombre, entristecidos, llevan al joven muerto en la litera y madre lo acompaña entre gemidos.
Lazos de muerte a todos nos alcanzan, las redes del abismo nos envuelven, pueblos enteros lentamente avanzan, y todos los que van ya nunca vuelven.
Alza tu voz, Jesús resucitado; detente, caravana de la muerte, mira al Señor Jesús, él ha pagado el precio del rescate de tu suerte.
Llora, Raquel, de gozo y alegría, tus hijos vivirán eternamente.
Danos, Señor, llegar a tu gran día, que de ansia de vivir el alma muere. Amén”.
Pero como cada día, bien sabes que las necesidades de todos los Hermanos necesitan tu oración, que las encomienden para que encuentren del Sagrado Corazón de Jesús su Gracia y Bendición. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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