Reflexión 20 de Noviembre

Buenos días.
Bajo la mirada de nuestra Santísima Madre nos disponemos a Celebrar la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, último Domingo del Año Litúrgico.
Sabemos que María Santísima vivió durante todo el recorrido vital de Jesús en este mundo, en una gran unidad con su Hijo Jesucristo, por ello, mejor que Ella nadie pudo ni puede conocer al Unigénito de Dios.
Esta realidad nos lleva a comprender la importancia que tiene la Virgen María en toda la Obra Redentora y Salvadora del Señor Jesucristo, razón por la que estando viviendo de su mano nunca estaremos lejos de Jesús.
Por otra parte, cuando nos disponemos a celebrar esta Solemnidad de la Realeza de Cristo sobre todo el Universo, no podemos dejar de mirar a su Madre Amantísima, Reina y Señora de todo lo creado, como se enuncia el quinto misterio glorioso del Santo Rosario.
Se hace urgente y necesario que los fieles católicos recuperemos, para la Virgen Santa María, el lugar que le corresponde en la Iglesia y en el mundo, más allá de las devociones, llamemos de orden sentimental, que se han dado a lo largo de los años, y que cuando por la presión de la pandemia y de los confinamientos, se han desvanecido hasta gran parte de ellas, particularmente las de expresión pública.
Revitalicemos con una espiritualidad mariana sólida, comenzando a nivel personal, el encuentro con la Virgen Santa María, ayudando a los demás a que reconozcan en Ella a ‘la mujer de nuestra raza’, que Dios escogió para que fuera: la Hija de Dios Padre, la Esposa de Dios Espíritu Santo y la Madre de Dios Hijo.
Ella está pronta a nuestros ruegos para enseñarnos y ayudarnos a vivir en el agrado de Dios. Acudamos, pues, a Ella para que nos sostenga y nos fortalezca, suplicándola que nos alcance todo aquello que necesitamos para ser responsables, desde el lugar en el que estamos, en el devenir histórico de los tiempos que nos están tocando vivir, tan necesitados de Luz, de Verdad y de Paz.
Hoy te pido que reces a la Virgen Santa María por todas las
necesidades de los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es