Reflexión 21 de Noviembre

Buenos días en el Día del Señor, Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
Ya hemos repetido otras veces que estamos atravesando unos tiempos muy inciertos, sin alcanzar a ver las consecuencias reales de esta situación. Ni hasta dónde nos pueden llevar.
Pero esta Celebración solemne de Jesucristo, Rey del Universo nos llena de Luz y de Paz.
De Luz, porque es lo que más necesitamos las personas en estos momentos, la Luz de Cristo Resucitado que nos muestre la realidad de las cosas, de forma que cada persona pueda ver y comprender bien, desde su historia personal hasta todo cuanto le rodea.
De Paz, porque como nos dice el Libro del Apocalipsis en el capítulo 1: “Al que nos ama y nos ha librado de nuestros pecados con su sangre, y nos ha hecho reino y sacerdotes para Dios, su Padre. A él, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén”
En el Señor Jesucristo está nuestra vida, porque Él es el origen de nuestra Fe y de nuestra Esperanza, y de su mano podremos encontrar la solución para todos los problemas, angustias e incertidumbres que nos acechan.
A Él hay que clamarle día y noche, para que 'el poder de las tinieblas' no siga avanzando en nuestro mundo extendiendo sus errores y maldades, y que nos libere de las consecuencias nefastas de estas realidades que van aprisionando todo lo que comporta la convivencia humana.
Puestos hoy en la presencia de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, renovemos nuestra Profesión de Fe (Credo) y nuestras Promesas Bautismales, de forma que bajo su protección podamos seguir el camino de la propia conversión.
Y a Él también hoy le encomendamos las necesidades materiales y espirituales de todos los Hermanos, que aquí no escontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI

Madrid – España
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