Reflexión 10 de Noviembre

Buenos días.
Avanzamos por el mes de los Difuntos, en el que no podemos olvidar ni el destino de los que nos precedieron en el signo de la Fe, por los que hemos de ofrecerles sufragios cuantos podamos, ni tampoco obviar el destino de nuestra propia vida terrenal para hacer un camino desde la Fe, la Esperanza y la Caridad.
Os ofrezco un cántico que bien conoceréis, para ayudar a encontrar en su reflexión Luz para seguir el propio camino en el Amor de Dios, que es lo que cuenta.
El Cántico de las creaturas de San Francisco de Asís.
“Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor, tuyas son la alabanza, la gloria y el honor; tan sólo tú eres digno de toda bendición, y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por toda criatura, mi Señor, y en especial loado por el hermano sol, que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor, y lleva por los cielos noticia de su autor. Y por la hermana luna, de blanca luz menor, y las estrellas claras, que tu poder creó, tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
Y por la hermana agua, preciosa en su candor, que es útil, casta, humilde: ¡loado mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol, y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!
Y por la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado mi Señor!
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor los males corporales y la tribulación: ¡felices los que sufren en paz con el dolor, porque les llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana muerte: ¡loado mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución; ¡ay si en pecado grave sorprende al pecador! ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios! ¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón. Agradeced sus dones, cantad su creación. Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén”.
No olvides rezar, hoy a San Francisco de Asís, pidiendo su intercesión para alcanzar la gracia y la bendición de Dios en favor de las necesidades de los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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