Reflexión 4 de Junio

Buenos días en este Primer Viernes del mes de Junio.
El Señor Jesús en su Sagrado Corazón dijo a Santa Margarita María de Alacoque el 16 de junio de 1675: “Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento".
En la piedad y en la tradición de la Iglesia, este ejercicio de los nueve primeros viernes de mes seguidos, se comienzan precisamente en el mes de junio, que es cuando se celebra la Solemnidad de Sagrado Corazón de Jesús, aunque se pueda hacer también en otra época del año comenzándolo cualquier mes.
Para ganar las gracias que el Sagrado Corazón prometió y que después transcribiré son:
Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción. Se sugiere confesión con intención de reparar las ofensas al Sagrado Corazón.
Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
Las gracias que prometió el Sagrado Corazón son:
Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
Les daré paz a sus familias.
Las consolaré en todas sus penas.
Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
Las almas tibias se volverán fervorosas.
Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos
Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.
La Iglesia ha exhortado, en muchas ocasiones a través del Magisterio, a la práctica de esta devoción, instituyendo incluso la Solemnidad del Sagrado Corazón para adorarlo y honrarlo.
En el punto 2669 del Catecismo de la Iglesia Católica dice: “La oración de la Iglesia venera y honra al Corazón de Jesús, como invoca su Santísimo Nombre. Adora al Verbo encarnado y a su Corazón que, por amor a los hombres, se dejó traspasar por nuestros pecados”.
Ante el Sagrado Corazón de Jesús, renueva tu AMOR al Señor y decídete a adorarle, a amarle y a desagraviarle en su Santísimo Corazón.
A Él reza hoy con gran Fe en favor de todas las necesidades de cada uno de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en su Madre Santísima, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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