Reflexión 2 de Junio

Buenos días.
Parece no solo interesante, sino necesario abordar lo que se conoce por ‘el misterio de iniquidad’, el misterio del mal.
Claro que es un tema muy amplio, pero al menos hagamos una pequeña introducción para poder reflexionar en ello.
El diccionario de la RAE define como Iniquidad: Maldad, injusticia grande.
Dirá San Pablo en la segunda carta a los Tesalonicenses 2,7, que: “el misterio de la iniquidad ya está actuando”, lo cual no solo hemos de creerlo sino que en nuestro tiempo ya se puede identificar en tantos detalles como relata el capítulo 24 del evangelio de San Mateo.
En el versículo 21 dice: “porque habrá una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente, ni volverá a haberla”.
Estos hechos ocurrirán por lo extendida y diseminada que está actualmente la iniquidad, que se ha convertido en el pecado del mundo.
Para quien conoce a Cristo y su mensaje de salvación no es ningún misterio ni sorpresa el hecho de que se incrementen sobremanera los desórdenes, la injusticia y, con ello, la iniquidad.
El hombre de hoy está ante el desafío de no ser atrapado por esa iniquidad que envuelve todo el ambiente que se respira, ante el que ha de plantarse cara con una vida en la autenticidad de lo que es verdaderamente el seguimiento de Jesús.
Hemos insistido reiteradamente la necesidad de trabajar para tener la conciencia bien formada e iluminada, para que sepa detectar cualquier manifestación de ese misterio de iniquidad y así poder rechazarla, para no fracasar en aquellas palabras de Jesús cuando nos dijo: “El que persevere hasta el final, ése se salvará" (Mateo 24:13).
En tanto podamos volver a ‘iluminar’ más este ‘misterio de iniquidad’, te ruego reces con gran confianza a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades espirituales y materiales de los hermanos, que en Ella aquí nos encontramos cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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