Reflexión 20 de Junio

Buenos días en el Día del Señor.
En cualquier persona uno de sus primeros deseos está el sentirse amada.
Se puede decir sin temor a equivocarse que todas las personas necesitan ser amadas, y para que esto pueda ser así, también cada una de las personas han de amar, dar amor a los otros.
El Día del Señor bien se puede decir que es el día del AMOR, pues en él se celebra la entrega de Jesús en la Cruz, que no hubiera sido posible si no Él no hubiera “amado a los suyos (nosotros) hasta el extremo".
Asimismo, en el Día del Señor se celebra la Resurrección de Jesucristo, que venció el pecado y la muerte para siempre, también por AMOR a todos los hombres de todos los tiempos.
Por poca sensibilidad que se quiera tener, cuando la persona se pone ante el Señor Jesucristo e intenta comprender su vida y su entrega, no podrá por menos de decir como Santo Tomás cuando lo vio resucitado: “¡Señor mío, Dios mío!” (Jn 20,28), y a partir de aquí dejarse AMAR por Jesús.
Hay un Himno de la Hora de Laudes que te lo dejo para tu meditación, en ese deseo de dejarse Amar por Jesús.
"Estate, Señor, conmigo siempre, sin jamás partirte, y, cuando decidas irte, llévame, Señor, contigo; porque el pensar que te irás me causa un terrible miedo de si yo sin ti me quedo, de si tú sin mí te vas.
Llévame en tu compañía, donde tu vayas, Jesús, porque bien sé que eres tú la vida del alma mía; si tú vida no me das, yo sé que vivir no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni si tú sin mí te vas.
Por eso, más que a la muerte, temo, Señor, tu partida y quiero perder la vida mil veces más que perderte; pues la inmortal que tu das
sé que alcanzarla no puedo cuando yo sin ti me quedo, cuando tú sin mí te vas. Amén".
No olvides en tu Amor al Señor Jesucristo, encontrar también tu Amor por el Hermano: sus intenciones y sus necesidades, y reza al Señor con decisión y firmeza para que derrame su Amor en todas ellas y se encuentren las mejores soluciones. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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