Reflexión 12 de Junio

Buenos días en la Fiesta del Inmaculado Corazón de María.
Como decíamos ayer, también este día invita a la cercanía a la Santísima Virgen María en su Corazón Inmaculado, para poder darse cuenta de tanto Amor como hay en ese Corazón de Madre.
Ella vivió en una entrega total a la Voluntad de Dios, desde el primer instante que aceptó el mensaje que le trajo el Arcángel San Gabriel de parte de Dios, para ser la Madre del Mesías.
A través de las páginas del Evangelio vemos su compromiso con la misión de su Hijo Jesucristo, del que cabe deducir que los 30 años de la vida oculta de Jesús fueron igual en su responsabilidad.
Así llega hasta el pie de la Cruz, cuando en ese momento supremo su Hijo Jesucristo le confía el cuidado maternal de todos sus discípulos, de todos los tiempos; y así llegamos hasta aquí en que nuestros corazones aceptan sus desvelos maternales, que nos hacen comprender todo lo que la Virgen Santísima ha transmitido en sus diferentes apariciones a lo largo de la historia.
En ellos siempre ha estado el denominador común de llamar a sus hijos a la conversión, pues siempre el hombre ha estado en grandes deudas con Dios por tanto desorden y pecado.
Y como ya hemos comentado en otros momentos, su Corazón Inmaculado no solo sufre por estas actitudes humanas de pecado para con Dios, sino que además, con más frecuencia de lo que se puede creer, también Ella ha sido atacada por las ofensas y blasfemias pronunciadas contra su mismo Inmaculado Corazón.
Cuando el Señor Jesús quiere establecer la devoción al Corazón Inmaculado de su Madre, le confía a Sor Lucía las cinco principales ofensas e injurias con las que se ataca y ofende a su Santísima Madre, que son: 
La primera es en contra de su Inmaculada Concepción.
La segunda, contra su virginidad perpetua.
La tercera, contra su maternidad divina, rehusando recibirla como Madre de la humanidad.
La cuarta, los que procuran infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
La quinta, los que la insultan directamente en sus sagradas imágenes.
Honremos hoy a María, nuestra Madre y nuestra Guía, ofreciéndola nuestra oración y reparación con nuestras mejores muestras de Amor filial.
Hoy te pido que reces con fervor por todas las necesidades de los Hermanos, a esta Madre Santísima que el Señor Jesucristo nos dio a todos y cada una en la Cruz. AMÉN.
¿Has reparado alguna vez, has meditado despacio lo que supuso esta entrega del Señor Jesucristo? Nos dio a su Madre, te la dio para que cuide de ti, te ayude y te lleve a Él, pero… si la dejas.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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