Reflexión 1 de Octubre

Buenos días en la Fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús.
Estamos ante una santa muy próxima a nuestro tiempo que a pesar de su corta vida, ya que vivió tan solo 24 años, es muy grande en su testimonio de vida y por todo cuanto enseñó de su trato con Dios y cómo hacer el camino de santidad.
En 1997 durante el centenario de su muerte, el Papa San Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia.
De sus escritos, particularmente de su autobiografía, se encuentra abundante demostración de la riqueza espiritual que abarca su vida y su obra.
He escogido una frase que nos puede ayudar a reflexionar a nosotros, mujeres y hombres del siglo XXI, y en las circunstancias en las que nos encontramos: "¡Qué lástima me dan las almas que se pierden...! Es tan fácil extraviarse por los senderos floridos del mundo..."
Efectivamente, vivimos en un mundo que tiene “senderos floridos” que atraen para, no solo no segur los caminos del evangelio, sino todo lo contrario.
Pero, quizá lo más grave es que las personas se empeñan en ignorar su destino de eternidad, lo que les ayuda a no oponerse para nada el recorrer esos ‘caminos floridos’ que llevan a la perdición.
Y es curioso que esté pasando en este tiempo en el que la muerte golpea a tanta gente, no solo porque la sufren en sí mismos por la pandemia, sino también familias que están perdiendo a sus seres queridos; incluso, aunque no sea familiar directo, ¿quién no conoce a alguna persona que ha fallecido por esta dura pandemia?
El Señor Jesucristo nos dice en el evangelio de una forma muy directa: “ENTRAD por la puerta estrecha. Porque ANCHA ES LA PUERTA y ESPACIOSO EL CAMINO que llevan a la PERDICIÓN, y MUCHOS ENTRAN POR ELLOS. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos" (Mt 7,13-14).
Santa Teresita vivió con unas grandes ansias de Dios y de la salvación de los hombres, pues a pesar de vivir desde los 15 años en la clausura de un Monasterio de Carmelitas Descalzas, vibró por la extensión del Reino de Dios que la llevó a ser proclamada por el Papa Pío XI Patrona de las Misiones.
Ella dice también: "Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder ENCENDER EN AMOR DE DIOS una multitud de almas que le alabarán eternamente."
Y agrega: "Voy a pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra."
Por ello nos acogemos a su palabra y compromiso, y hoy la rezamos con toda nuestra FE pidiéndola que nos alcance tantas gracias como nuestro mundo, nuestra España, están necesitando.
Que encienda en los corazones, en nuestros corazones, ese AMOR A DIOS que a ella la llevó al Cielo, y que el compromiso de ‘hacer el bien en la tierra’ que manifestó hacer desde el Cielo, lo podamos experimentar en estos momentos tan especiales que estamos atravesando.
Hoy comenzamos el Mes del Rosario, te pido reces hoy a María, nuestra Madre y nuestra Guía, pidiendo su ayuda para la mejor solución de todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es