Reflexión 27 de Octubre

Buenos días.
Por las circunstancias que pasamos: adversas, cargadas de incertidumbres, que causan desánimos, pesares, dolor y otras situaciones, según la situación en la que se encuentre cada persona o familia, conviene tener muy claras las actitudes que se nos piden a los creyentes.
En primer término, vivir vueltos a Dios, no cabe el decir que eso ‘se da por supuesto’, porque ‘vivir vueltos a Dios’ es vivir según su Santa Ley y buscando conocer y cumplir su santa voluntad.
Se ha de pensar según el espíritu del Evangelio y toda la doctrina en ellos contenida.
Se ha de actuar en todos los aspectos de la vida, de acuerdo con la moral y costumbres de la doctrina católica.
En definitiva, se ha de tener muy presente aquello que el Señor Jesucristo puso como patrón de lo que será su Juicio para todos, tu y yo incluidos, en el último día y que cuenta el evangelio de San Mateo en el capítulo 25,31-46: “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna”.
Creo que no es difícil de interpretar, pero en todo caso podemos ampliar la meditación en caso de necesidad.
Reza con Fe y Esperanza, para que sean atendidas y colmadas de las gracias del Señor todas las necesidades de los Hermanos; María, nuestra Madre y nuestra Guía, atenderá tus súplicas, si al menos rezas con esta intención desde un avemaría al Santo Rosario. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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