Reflexión 17 de Octubre

Buenos días
El evangelio de San Mateo, 10,32-33 nos presenta una advertencia del Señor Jesucristo muy sería y extraordinariamente clara; nos dice: “A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos”.
Creo que es una Palabra de Jesús cargada de sinceridad, que marca con toda rotundidad una condición imprescindible para llegar al Cielo,
Esta Palabra es tan sencilla como exigente y viceversa, que simplemente nos pide que seamos consecuentes con la Profesión de FE que hicimos el día del propio Bautismo y que lógicamente hemos manifestado después muchas veces, por ejemplo los domingos en la Celebración de la Santa Misa.
Pero desgraciadamente en el contexto de nuestra sociedad no siempre la condición de cristiano se manifiesta con sencillez y con decisión, lo que hace que por respeto humano u otra razón vergonzante, no se dé testimonio de FE cuando una circunstancia concreta lo exija.
Y no hablamos de lo que se entiende de dar testimonio con la vida, el ejemplo u otro medio, se trata de hablar del Señor Jesús, de mostrar con la palabra su Mensaje, de ‘extender el Reino’ tal como Él lo hizo, predicando a tiempo y a destiempo como enseña San Pablo.
En estos momentos tan claves como decisivos, ¿dónde están las voces que den TRESTIMONIO de la Palabra de Jesús? ¿Dónde y quién nos están llamando a la Conversión de Vida como se muestra tan necesario para conseguir la Gracia del Altísimo?
Quizás yo no esté en la órbita necesaria y los medios de comunicación de masas, en todas las versiones, no son los que yo frecuente, pero NO escucho ni veo esta NECESARIA LLAMADA a cambiar de vida.
La pandemia, tome las dimensiones que tome, no parece que sacudirá el espíritu cristiano para buscar y volverse a Dios. ¿Será que ese espíritu no está en los cristianos españoles?
Se VALIENTE y busca en ti, no en otros, en ti, si verdaderamente el Señor Jesucristo es el CENTRO DE TU VIDA, si es verdad que eres digno de su nombre porque no te avergüenzas de Él delante de quien sea, porque hables de Él, enseñes su doctrina y muestres a los otros su gran AMOR y su INFINITA MISERICORDIA, que no puede derramar sobre los que le ignoran e incluso lo rechazan, aunque estén bautizados.
Reza, por favor, aunque sólo sea un Padrenuestro al buen Padre Dios, en favor de todas las necesidades de los Hermanos, hoy sábado, reunidos aquí en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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