Reflexión 6 de Octubre

Buenos días
Concluiremos hoy nuestra reflexión sobre los Santos Ángeles Custodios.
Es muy importante mantener una relación con el propio Ángel de la Guarda, de forma que a través de él se puedan preparar bien cualquier cosa que se deba hacer.
El Papa San Juan XXIII comentó en cierta ocasión: “Siempre que tengo que afrontar una entrevista difícil, le digo a mi ángel de la guarda: Ve tú primero, ponte de acuerdo con el ángel de la guarda de mi interlocutor y prepara el terreno. Es un medio extraordinario, aún en aquellos encuentros más temidos o inciertos...”.
Esta práctica ya la llevaba a cabo siendo Nuncio en los diferentes países que estuvo, pero también él mismo cuenta en su Diario que lo siguió practicando siendo ya Papa.
También se puede uno dirigir al Ángel de aquella persona que necesitaría comprendiera alguna cosa que no admite, o que viéndole en un peligro le pida ayuda para que le proteja especialmente en esa circunstancia.
En este sentido, no pocas veces los padres se encuentran con situaciones de sus hijos difíciles de resolver al no encontrar en ellos el eco preciso a sus advertencias o amonestaciones, lo que sería buena ocasión para encomendarlo al Ángel del hijo o a través del propio suyo para que actúe uno o los dos.
San Pío de Pietralcina tuvo desde muy pequeño una relación muy íntima con su Ángel, pues lo veía llegando a pensar que todas las personas lo verían como él.
Escribió: “si la misión de nuestro Ángel Custodio es importante, la del mío es ciertamente más amplia, porque debe hacer también de maestro en la traducción de otras lenguas” (Carta I, 304), ya que recibía cartas en francés que no conocía y el Ángel le ayudaba a traducirlas.
Hay múltiples ejemplos en los Santos de todos los tiempos acerca de los Ángeles Custodios, que lógicamente aquí no podemos detallar.
Lo importante es tener una actitud muy natural, ir manteniendo esa relación personal con asiduidad y constancia, para poder experimentar las ‘maravillas de Dios’.
En el Catecismo de la Iglesia Católica se encuentra la amplia doctrina que nos revela la Sagrada Escritura, así como la Tradición de la Iglesia.
Reza ya, por favor, con Fe y Esperanza a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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