Reflexión 10 de Octubre

Buenos días
Alguna vez he indicado que es camino seguro hacia la santidad el ir de la mano de nuestra Madre la Iglesia Católica, contemplando y reflexionando con los textos bíblicos que cada día nos pone a través de la Sagrada Liturgia, con el ejemplo de vida de los Santos que nos presenta o con toda la doctrina y tradición de la Iglesia, cuyo contenido está básicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica.
Por ejemplo, en el Evangelio proclamado ayer en la Santa Misa hay una frase de Jesús muy determinante: “El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Lc 11,23).
Como se puede apreciar es una expresión directa y sin posibilidad de interpretaciones, que nos ha de interpelar a los que queremos ser discípulos suyos, porque hemos aceptado su llamada desde el momento del Bautismo.
Esta cuestión considerada bajo el prisma de los Novísimos, nos impulsa a tener que elegir entre el Amor de Dios y el amor de las cosas terrenales, seguir el espíritu del Evangelio o seguir el espíritu del mundo.
El Señor Jesucristo no se entretiene con ambigüedades, no engaña a nadie y es transparente en sus deseos y pretensiones.
La segunda parte de la frase, ‘el que no recoge conmigo, desparrama’, resulta ser un aviso muy serio, pues al fin no se trata de hacer muchas cosas más o menos buenas, con mayor o menor generosidad, sino que se trata de trabajar con Él, con su estilo, con su palabra, con sus gestos, etc., pues de lo contario se malgastará, se disipará, se malbaratará lo que es en esencia el Anuncio del Reino de Dios, que es para lo que nos llamó y nos incorporó a su Iglesia por el Bautismo, participando en su Cuerpo Místico.
Merece la pena pararse un rato, todo el que sea necesario, para intentar entender bien este Consejo Evangélico, que permita encarnarlo en la propia vida.
Todos sabemos que la FE no es teoría, palabras, discursos bonitos, sino que es VIDA encarnada en todo lo que supone la Divina Revelación que hemos recibido.
Junto con el Señor Jesucristo, al que se lo pedimos, recemos por las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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