Reflexión 30 de Septiembre

Buenos días.
Mañana comenzamos el mes de octubre, denominado en el ámbito de la Iglesia Católica el Mes del Rosario.
Este año la situación general que se está viviendo por causa de la pandemia, así como las consecuencias colaterales que está produciendo el coronavirus, hace que se necesite de una forma muy significativa la ayuda de Dios Padre Todopoderoso, que nos libere de este verdadero azote y nos ayude a superar una crisis que si ya es severa, el desarrollo de la misma si continúan las cosas por donde van será de consecuencias impensables.
No se trata de visiones pesimistas ni cosa parecida, se trata de ver la realidad con objetividad y examinar los datos sin otro interés que el descubrir la VERDAD, pura y dura.
Se necesita la ayuda de quien la puede procurar, la Santísima Virgen María, que en este Mes del Rosario podrá interceder ante Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, si se reza con insistencia, diariamente y por el mayor número de personas posible, el SANTO ROSARIO.
Os INVITO de todo corazón a que os propongáis durante este mes de octubre rezar cada día el Santo Rosario; que procuréis rezarlo en familia, que animéis a otros muchos a hacerlo, que enseñéis a quien no lo sepa rezar y, sobre todo, que acudamos con insistencia y con mucha Fe y Esperanza a la Virgen María y a su Hijo Jesucristo, suplicándoles la Gracia y la Misericordia que necesitamos para que esta pandemia no nos lleve a situaciones aún más graves y difíciles de las que ya se están sufriendo.
Pequeñas oraciones, jaculatorias breves, que de una forma constante clamen Perdón, Piedad y Misericordia. Hagámoslo con FE y veremos los resultados favorables a través de la CONVERSIÓN que necesita nuestro mundo.
‘Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío’; ‘Dulce Corazón de María, sed la salvación nuestra’; ‘Jesús, en Ti confío’……
Y aprovechemos la oración que cada día te pido reces por las necesidades de los Hermanos, teniendo la seguridad de que esa pequeña plegaria que hagas repercute también en tus propias intenciones y necesidades; acude ya a nuestro Padre Dios, aunque solo sea con un padrenuestro. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es