Buenos días en la FIESTA DE LOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL.
Este es un día muy importante para la propia vida espiritual, pues estamos ante los tres Arcángeles que la Iglesia nos presenta en la Sagrada Liturgia.
De ellos sabemos sus acciones de gran importancia en la Historia de la Salvación, que se describen brevemente en la Letanía de los Ángeles, así como en el Himno que se reza hoy en la Liturgia de las Horas, que a continuación lo trascribo para vuestra oración y reflexión personal.
Miguel, Gabriel, Rafael, los espíritus señeros y arcángeles mensajeros de Dios, que estáis junto a Él.
A vuestro lado se siente alas de fiel protección, incienso de la oración y el corazón obediente.
¿Quién como Dios? es la enseña, es el grito de Miguel, y el orgullo de Luzbel al abismo se despeña.
Gabriel trae la embajada divina, y le lleva al Padre el “sí” de la Virgen Madre, del Sol de Cristo alborada.
Por la ruta verdadera Rafael nos encamina y nos da la medicina que cura nuestra ceguera.
Dios que nos diste a los ángeles por guías y mensajeros, danos el ser compañeros del cielo de tus arcángeles. Amén.
Las invocaciones de ellos en la ‘Letanía de los Ángeles’ son muy bellas y sugestivas, por lo que no me resisto a incluirlas aquí; como sabéis cuando se rezan a cada invocación se responde, ‘ruega por nosotros’.
SAN MIGUEL ARCÁNGEL,
Vencedor de Lucifer,
Ángel de la fe y de la humildad,
Preservador de la santa unción,
Patrono de los moribundos,
Príncipe de los ejércitos celestes,
Compañero de las almas de los difuntos
SAN GABRIEL ARCÁNGEL,
Santo Ángel de la Encarnación,
Fiel mensajero de Dios,
Ángel de la esperanza y de la paz,
Protector de todos los siervos y siervas de Dios,
Guardián del Santo Bautismo,
Patrono de los Sacerdotes,
SAN RAFAEL, ARCÁNGEL,
Ángel del Amor divino,
Vencedor del enemigo malo,
Auxiliador en la gran necesidad,
Ángel del dolor y de la curación,
Patrono de los médicos, de los caminantes y de los viajeros,
Grandes Arcángeles Santos.
Sólo me resta pedirte que reces, como cada día, a nuestro Padre Dios, al menos un padrenuestro, con el deseo de que atienda las necesidades de todos los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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