Reflexión 15 de Septiembre

Buenos días.
La Iglesia hace hoy Memoria de la BUENAVENTURA VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES, dándonos la posibilidad de prolongar el recuerdo de la Fiesta de ayer en la que contemplamos a Jesucristo Crucificado.
María Santísima participó plenamente en todos los aspectos de la vida de su Hijo Jesucristo, llegando a una identificación plena en los sufrimientos del Señor Jesús.
Así la Iglesia contempla devocionalmente los SIETE DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA, ejercicio de piedad que muchas personas lo hacen para unirse a la Virgen Dolorosa, como REPARACIÓN y EXPIACIÓN de los pecados, así como CONSOLACIÓN a su Corazón Inmaculado, precisamente ultrajado y traspasado por las ofensas de tantas personas.
Los Siete Dolores de la Virgen María fueron:
La profecía de Simeón en la presentación de Jesús en el Templo: ‘una espada de dolor traspasará tu corazón’. (Lc 2,33-35)
La huida a Egipto. (Mt 2,13-15)
El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo. (Lc 2,43-45)
El encuentro con Jesús con la cruz a cuestas camino al Calvario. (4ª estación del Vía Crucis)
La crucifixión y agonía de Jesús. (Jn 19,17-39)
La lanzada y Jesús muerto colocado en sus brazos. (Jn 19,34)
Jesús en el sepulcro. (Jn 19,40-42)
La Virgen María sigue sufriendo hoy POR y CON los hombres de nuestro tiempo.
Sufre POR los hombres que se alejan de Dios por los caminos tortuosos y desgraciados del pecado; también por los que no quieren reconocer la llamada de su Hijo Jesucristo a la Conversión, a seguirle en su Misericordia, a descansar en la Paz de su Divino Corazón, como Él mismo los ha invitado: “Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28).
Y sufre CON los hombres que soportan toda clase de persecuciones, de injusticias, de carencias de todo tipo, también de la ceguera moral y social que les hace ‘victimas’, etc., etc.
Mira a ver si puedes poner un poco de CONSUELO en su Inmaculado Corazón, en este día que la Santa Iglesia te pone a la Virgen Dolorosa ante tu vida, ante tu historia personal, con un gesto de amor, una oración de alabanza…, lo que mejor se te ocurra y que brote del corazón, del alma.
Y ya también, pídela para que alivie todos los sufrimientos de los Hermanos y les alcance las gracias que necesitan para resolver todas sus necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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