Reflexión 1 de Abril

Buenos días.
“Más verdad dice la fe que los ojos” (Quevedo).
Ciertamente que es así, ya que los ojos ven hasta donde llega su propia percepción en cuanto a distancia y a la apariencia de las cosas.
Y en cuanto a las personas, se ve lo que cada uno deja ver, pues la verdad que hay en cada corazón solo lo sabe él, siendo triste que en muchos casos y situaciones hasta el propio interesado ignore su realidad, o quiera ignorarla.
La fe, a quien la tiene, le da seguridad y firmeza en lo que conlleva y abarca esta fe.
Sus verdades son coherentes y firmes, aunque tantas veces las personas no acepten sus exigencias y compromisos, pero lo que es cierto es que quien tiene la fe como faro de su vida todo lo ve mejor, todo lo comprende mejor y para todo tiene más correcta explicación, aunque se tenga que mover alguna vez en el 'misterio' que envuelve la vida humana a partir de ciertos límites.
Pero la fe, don gratuito recibido en el Bautismo, hay que cuidarla, cultivarla y desarrollarla, para que sea cada día más grande, fuerte y estable.
Os dejo con tres textos del evangelio en los que el Señor Jesucristo pone de manifiesto qué es la fe y hasta dónde puede llegar.
Lc 17,5-6: “Los apóstoles le dijeron al Señor: Auméntanos la fe. El Señor dijo: Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería”.
Mt 21,20-22: “Al verlo los discípulos se admiraron y decían: ¿Cómo es que la higuera se ha secado de repente? Jesús les dijo: En verdad os digo que si tuvierais fe y no vacilaseis, no solo haríais lo de la higuera, sino que diríais a este monte: Quítate y arrójate al mar, y así se realizaría. Todo lo que pidáis orando con fe, lo recibiréis”.
Mt 17,18-20: “Jesús increpó al demonio y salió; en aquel momento se curó el niño. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: ¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros? Les contestó: Por vuestra poca fe. En verdad os digo que, si tuvierais fe como un grano de mostaza, le diríais a aquel monte: Trasládate desde ahí hasta aquí, y se trasladaría. Nada os sería imposible”.
El resto de la reflexión os la dejo a cada uno con el deseo de que se vea y entienda la verdad, toda la verdad, que falta hace.
En este primer viernes de mes, reza, por favor, al Sagrado Corazón de Jesús, para que asista y ayude en todas las necesidades de los Hermanos aquí congregados en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es