Reflexión 5 de Abril

Buenos días.
Avanzamos en esta última semana de Cuaresma, y será bueno todo cuanto podamos hacer para preparar el corazón y la mente cara a los días del Triduo Pascual.
En el cuarto artículo de la Profesión de Fe, confesamos que Jesús “Padeció bajo el poder Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado”, lo que además de confesarlo se debe entender bien cuanto se está diciendo creer como verdad de fe que es.
La primera consideración que se puede hacer es que se significa lo que pasó, enmarcándolo en su momento concreto de la historia, en el que Poncio Pilato era gobernador romano de Judea.
Asimismo se reconoce que Jesús padeció y sufrió todo lo que una vez que lo prendieron se ensañaron con Él, para ser crucificado y morir en la Cruz para redención de todos los pecados de la humanidad.
En estas pocas palabras que confesamos, está resumida toda la Pasión y Muerte del Señor, que bien se puede meditar y orar teniendo en cuenta este artículo de la Fe.
Es muy importante desarrollar bien el contenido, en este caso, de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, para que cuando se haga la profesión de Fe encontremos todo el sentido, amplio y profundo, que tiene este ‘artículo de la Fe’.
Lo mismo se debe hacer con el resto de la Profesión de Fe u otras partes de la Fe, por ejemplo las siete peticiones del Padrenuestro que cuando se ha profundizado en cada una de ella, facilita que al enunciarlas en la oración se haga con toda la fuerza y la confianza que muestran.
Si se va profundizando día a día e interiorizando cada una de las verdades de la Fe y los contenidos que encierran, se avanzará con firmeza y solidez en el camino de la santidad, que es lo mismo que decir, en el camino de la perfección o el camino de la conversión.
Caminemos con diligencia y esfuerzo durante estos últimos días sin desfallecer, constatando al mismo tiempo los avances que poco a poco se van logrando.
Y no desfallezcas en rezar hoy, también, en favor de las necesidades de todos los Hermanos que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es