Reflexión 14 de Abril

Buenos días en este Jueves Santo.
Hemos llegado al día clave en el que pasaron muchas cosas que estamos llamados a vivirlas con lo mejor de nosotros mismos.
Celebramos la última Cena del Señor en la que Jesús nos enseñó muchas cosas, ahí están los capítulos 13 al 17 del evangelio de San Juan.
Servir a los demás. Dice que: “…sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido” (Jn 13,3).
Luego les habla de la traición que va a sufrir, que se va al Padre, etc., etc., para luego Instituir la Eucaristía, el mayor bien que nos ha hecho a todos los que a lo largo de la historia hemos sido bautizados en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Finalmente y antes de marchar al Huerto de los Olivos, donde va a comenzar su Pasión, reza al Padre Celestial la llamada ‘Oración sacerdotal’, capítulo 17 de San Juan, en la que le pide cosas muy importantes para ti y para mí, pero sobre todo, que tú y yo ‘seamos una sola cosa’ como Ellos son uno.
Y ya en el Huerto de los Olivos se consuma la traición de Judas Iscariote, comenzando la gran noche de dolor y angustia…
En la medida de tus posibilidades, no dejes, ni hoy ni esta noche, al Señor sin tu compañía; el ideal sería acompañarle ante el Monumento, pero si no puede ser, hazlo desde lo más profundo de tu corazón estés donde estés, y si lo necesitas relee los capítulos de los evangelios que hablan de su Pasión.
Finalmente, te indico que hoy Jueves Santo, se puede ganar la Indulgencia Plenaria en cualquiera de estos dos momentos: 1. Si durante la solemne reserva del Santísimo Sacramento, que sigue a la Misa de la Cena del Señor, se recita o canta el himno eucarístico del "Tantum Ergo". 2. Si se visita por espacio de media hora el Santísimo Sacramento reservado en el Monumento para adorarlo.
Y no olvides, hoy día del Amor Fraterno, de rezar con toda conciencia y disposición al buen Padre Dios, al menos un padrenuestro, implorando todas las gracias necesarias en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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