Reflexión 16 de Abril

Buenos días en este Sábado Santo.
Hoy se siente, se palpa la soledad, el silencio que ha dejado el Señor Jesucristo.
Los Sagrarios están vacíos, la presencia sacramental del Señor ha desaparecido; sólo queda la espera tensa de que Dios nuestro Padre dé señal de su Amor y de su Gloria.
En este día brilla con gran esplendor la Virgen Madre, que en medio de su soledad vive pendiente de sus hijos, los que le han sido dados por su Hijo en la Cruz.
Con Ella caminemos y, llenos de Esperanza, aguardamos la Noche Santa en la que volveremos a ver la Gloria de Dios.
Reza con la Santísima Virgen María, reza todo lo que puedas, desde un ave maría hasta el santo Rosario, pero hazlo con pobreza y humildad.
Y recuerda que a la Virgen tienes que pedirla por todas la necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández 
Mater Christi 
Madrid - España 
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