Reflexión 3 de Abril

Buenos días en el V Domingo de Cuaresma.
Entramos ya en la última semana de Cuaresma para dar paso a los días en los que viviremos el Triduo Pascual.
Serán estos próximos días como un momento bueno para decidirse a mirar cara a cara al Señor Jesús, y enderezar la propia vida hacia sus deseos y designios de Amor.
Hoy las lecturas de la Misa son a cual más sugerente y atractiva, pero como el espacio que tenemos es limitado, resaltaremos de cada una de ellas lo que puede ser interesante.
De Isaías 43,16-21: “No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo…”.
De la carta de San Pablo a los Filipenses 3,8-14: “Todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él…”.
El evangelio de San Juan 8,1-11, relata el episodio de la mujer adúltera llevada por los escribas y fariseos ante Jesús en el Templo, para provocarlo y poder acusarlo, le dicen: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?” Jesús escribía con el dedo en el suelo, pero ante la insistencia “se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra, e inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos… Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”.
Vuelve el Señor a despedir a la persona que ha salvado, en este caso de los fariseos que la acusaban, diciéndola que se vaya y que ‘no peque más’.

He aquí la gran clave para mantener el camino de la conversión: evitar el pecado.
En el pecado está toda la fuerza del príncipe de este mundo, del padre de la mentira, Satanás, que mediante la seducción al pecado lleva a las personas al trastorno, que luego será la base para todas las maldades que se encuentra, comenzando por sí mismos.
Reza hoy al Señor Resucitado, por todas las necesidades de los Hermanos, en las que están incluidas las tuyas, para que venga en nuestra ayuda. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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