Reflexión 22 de Abril

Buenos días en el Viernes de la Octava de Pascua.
Como sabréis el domingo de la octava, el próximo domingo, es la Fiesta de la Divina Misericordia, por lo que me ha parecido importante comenzar hoy su preparación.
Durante el transcurso de las revelaciones de Jesús a Santa Faustina Kowalska sobre la Divina Misericordia, le pidió en diversas ocasiones que se dedicara una fiesta a la Divina Misericordia y que esta fiesta fuera celebrada el domingo después de la Pascua.
La canonización de Santa Faustina el 30 de abril 2000, fue el momento en el que queda instituida esta Fiesta de la Divina Misericordia para toda la Iglesia universal, ya que hasta entonces estaba autorizada para que se celebrara únicamente en Polonia y en la Ciudad del Vaticano. 
Veamos algunos puntos del Diario de Santa Faustina. en los que el Señor le habla de la Fiesta de la Misericordia y sus gracias.
“La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solamente el primer domingo después de la Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que se dirija a la Fuente de Mi misericordia" (Diario 699).
"Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia" (Diario 1109).
“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mí misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas” (Diario 699).
Pocos comentarios se pueden agregar a estas palabras del Señor Jesús en su Divina Misericordia, más que animaros a meditarlas y tomar las actitudes y comportamientos que mejor convenga a cada uno, sabiendo que ahí está el Señor que desea y espera nuestra confianza en Él y en su Misericordia.
Continúa rezando al Señor Resucitado, en favor de las necesidades e intenciones de todos los Hermanos, aquí congregados en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
Mater Christi
Madrid – España
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