Reflexión 10 de Enero

Buenos días.
La generosidad se abre camino cuando hay una ambición que quiere imponer sus exigencias, máxime cuando la persona avariciosa tiene poder para hacer prevalecer sus intereses.
Pero la generosidad no se arredra y busca caminos alegres por los que no dejar de dar su necesaria impronta.
Se puede pensar qué sería de la convivencia humana, sin que existan personas generosas que hagan presente la cara más amable de todo el devenir de cada día tan lleno de dificultades, que sin esa generosidad se harían muy irrespirable el ambiente.
La generosidad es una virtud que si no se tiene hay buscarla y cultivarla, pues en ella va gran parte de la felicidad con vivencial.
Si te pregunto si eres persona generosa, seguro que me responderás afirmativamente, pero merecerá la pena no responder tan rápido para que veas la calidad de tu generosidad, pues cuanto más limpia sea, menos intereses busque y esté siempre pronta y decidida para cumplir su misión y el deseo de agradar.
Vamos a ver qué hacemos con esta moneda de cambio llamada generosidad.
La oración que ahora te pido como cada día en favor de las necesidades de los Hermanos, tiene un soporte básico, sin él es imposible llevarla a cabo; la generosidad le dará la forma y el contenido.
María, nuestra Madre y nuestra Guía, vivió el olvido de sí porque su generosidad de vida la exigía constantemente estar pendiente de las necesidades de los demás. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es