Reflexión 25 de Enero

Buenos días en la Fiesta de la Conversión de San Pablo.
Cada año, llegado este día, nos sentimos atraídos por este momento en el que se inicia el camino del encuentro del Señor Jesús con Pablo de Tarso, y caemos en la tentación de hacer del hecho de la conversión algo tan pasajero como el que Jesús sale al camino de Pablo, éste se cae del caballo, y a partir de aquí ya se produjo la conversión, sin más esfuerzo.
Bien estará repasar los Hechos de los Apóstoles, así como las Cartas en las que habla de su conversión, para darse cuenta que convertirse va más allá de un momento de emoción o de fervor.
No puedo seguir y lo dejo casi todo a vuestro trabajo personal, con el deseo de que hoy obtengáis una idea más clara de lo que supone hacer un camino de conversión, imprescindible, sin duda, para vivir en la exigencia del propio Bautismo.
Hoy al pedirte que reces por las necesidades de los Hermanos, te la pido particularmente para mí, porque la salud no parece que alcanza la recuperación necesaria, aunque sin dejar también las intenciones y necesidades del resto de los Hermanos, que como cada día nos encontramos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía.  AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid - España
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