Reflexión 28 de Enero

Buenos días en la Fiesta de Santo Tomás de Aquino.
Este fraile de la Orden de Predicadores (Dominicos), gran teólogo y filósofo católico, es considerado como el principal representante de la enseñanza escolástica.
Su vida transcurrió en el siglo XIII y el impacto de su obra y de sus enseñanzas perdura en los siglos hasta el día de hoy.
En su inmensa obra encontramos una frase en la que hoy me quiero apoyar, para que podamos descubrir una vez más las propias actitudes y comportamientos.
Dice Santo Tomás de Aquino: “Contemplar y dar a los demás lo contemplado”.
Qué bonito transmitir al otro, no de lo que se oye, de lo que dicen o de lo que imponen, por supuesto sin contrastar la posible verdad o falsedad de ello, sino comunicar algo de lo que uno mismo está seguro de que es así, lo tiene más que confirmado pues parte de la propia experiencia, de lo que supone poner toda la atención en algo material o espiritual para ver hasta dónde llega esa realidad.
La definición que nos da la Real Academia de la Lengua de lo que es ‘contemplar’ resulta extraordinariamente sugerente: “Ocuparse con intensidad en pensar en Dios y considerar sus atributos divinos o los misterios de la religión”.
Ya puede quedar clara la propuesta de Santo Tomás de transmitir a los otros el fruto de la propia experiencia de Dios, así como de las demás cosas del mundo, pasadas por el propio tamiz de la contemplación.
Sigamos buscando la integridad de la propia vida, porque al fin será lo que valga ante el juicio de Dios, que inexorablemente nos espera a todos después del primer paso de los Novísimos, que es la muerte.
Te pido nuevamente que reces hoy, viernes, también al Señor Crucificado, por todas las necesidades de los Hermanos que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid - España
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