Reflexión 30 de Enero

Buenos días en el Día del Señor.
Me gustaría dialogar sobre una cuestión que no parece que acabe de encajar en la mentalidad del hombre contemporáneo.
Y quiero hacerlo en primera persona para que te sea más fácil reflexionar. Me refiero a ser santo, a que seas santo, a que yo sea santo, algo que nos parece muy difícil cuando es lo más normal que se dé en tu vida y en la mía, cristianos bautizados.
La santidad es la identificación plena con Dios a partir de la realidad y circunstancias de cada persona, por lo tanto no es algo tan inalcanzable ni tan difícil como nos empeñamos en decir, solo es cuestión de decisión y tomar la resolución.
Es verdad que hay cosas en la vida de las personas que son completamente incompatibles con la santidad, pero ahí está precisamente la hermosura del proyecto de hacerse y vivir SANTO.
Piénsalo al amparo de San José en este Primer Domingo del Ejercicio de preparación para su Solemnidad y decídete: ¡Voy a ser santo!
Y ahora os dejo una formula breve del Ejercicio de los Siete Domingos de San José, con la invitación a que lo inicies. Primer Domingo.
El dolor: cuando estaba dispuesto a repudiar a su Inmaculada esposa.
La alegría: cuando el Arcángel le reveló el sublime misterio de la Encarnación.
Oh castísimo esposo de María, glorioso San José: qué aflicción y angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estabais, sin saber si debíais abandonar o no a vuestra esposa Inmaculada. Pero cuál no fue también vuestra alegría, cuando el ángel reveló el gran misterio de la Encarnación.
Por ese dolor y gozo, os pido consoléis nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte, semejante a la vuestra, asistidos de Jesús y de María.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Y no olvides de pedir por las necesidades de los Hermanos que nos volvemos a encontrar aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchristi.es