Reflexión 19 de Enero

Buenos días.
Estamos en el Octavario de Oración por la Unión de las Iglesias, que cada año une a las Iglesias Cristianas para pedir la UNIDAD que el Señor Jesucristo advirtió como la gran necesidad.
A la luz de este Octavario de Oración, surgen muchos puntos para la reflexión, como puede ser el de ser Apóstol de Unidad.
En las relaciones humanas y a los más diferentes niveles, encontramos momentos en los que se ve cómo se deteriora una relación o cualquier tipo de unidad existente por razones de amistad, familia, etc., y con unas posturas a veces un tanto incomprensibles, se asiste a este deterioro sin casi ‘mover un dedo’ por evitarlo.
Para cualquier cristiano el Mandato del Señor de ser ‘Uno en Él’ debería interrogarnos con frecuencia, pues no ser constructores de unidad, lo que es lo mismo, apóstoles de unidad, puede llegar a ser un verdadero pecado, por omisión o por acción, que hace un gran daño al Cuerpo Místico de Cristo.
Se pretende rezar estos días con toda solemnidad y exteriorizando una Unidad, para dar cumplimiento de los deseos del Maestro, pero en la vida personal e individual en la que tanto y tanto se puede, se debe hacer porque las divisiones y desuniones no existan, no se encallen y se resistan a toda posible superación, qué resultado se obtiene.
Reflexionemos sobre esas posibles responsabilidades morales que hemos aceptado en la vida, y por las que no hicimos nada o casi nada porque fueran superadas, sin llegar a ahondarse una dura división.
Y, sobre todo, el que seas ahora Apóstol de Unidad es algo más serio de lo que a ti te puede estar urgiendo: relee el capítulo 17 del evangelio de san juan.
Reza en este día miércoles a nuestro Santo Patrón San José, para alcanzar tantas gracias como necesitan tus Hermanos con los que nos encontramos aquí, hoy también en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid - España
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