Reflexión 8 de Mayo

Buenos días.
Seguimos en el Mes de María, ya en el segundo sábado de este mes de mayo.
San Juan María Vianney, conocido popularmente como el ‘Santo Cura de Ars’, tenía una gran devoción a la Santísima Virgen, de forma que llega a decir de Ella: “Si yo no tuviera a la Madre de Dios, que me defiende a cada paso de los peligros del alma, ya habría caído en el poder de Satanás”.
Este Santo demostró con su vida que sus palabras, sus sermones, no eran palabras vacuas, pues detrás siempre estaba la vida de oración y de penitencia que llevaba, con un testimonio del ejercicio sacerdotal no fácil de imitar, pues en el confesionario llegaba a estar de 16 a 18 horas cada día.
Y cuando se encuentran personas así, es muy difícil hallar alguna contradicción en lo que dicen.
A nuestro alcance también está el poder tener a la Virgen Santísima como la Madre y Guía que nos acompaña en la jornada de la vida, lo único es que hay que quererlo que sea así, pues cuesta entender que del Cielo siempre se nos respeta la libertad al máximo.
Dios ha tomado y toma la iniciativa siempre, pero debe esperar el movimiento de la persona que se abra a la Gracia, como en este caso, que acuda, a la Santísima Virgen y la implique en la propia vida; experimentará, sin duda, lo mismo que el Santo Cura de Ars con relación a las tentaciones y presiones de Satanás sobre sí mismo.
¿Cuál será hoy tu regalo a la Virgen Santísima en este sábado del mes de María?
Y a Ella deberías rezar hoy por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos cada día; no defraudes. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es