Reflexión 13 de Mayo

Buenos días en la Fiesta de la Bienaventurada Virgen de Fátima.
A la luz de este acontecimiento de las apariciones de la Santísima Virgen a los Pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco, quisiera reflexionar en lo que son los tiempos de Dios en relación con los nuestros y las actitudes que deberíamos tener para caminar más firmes y seguros en esta jornada terrenal.
En la 2ª aparición el 13 de junio de 1917, Lucía inició con la Santísima Virgen este diálogo: “¿Qué es lo que quiere?, pregunté. Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero además.
Le pedí la curación de una enferma. Nuestra Señora respondió: Si se convierte se curara durante el año.
Quisiera pedirle que nos llevase al cielo. Contestó: Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tú te quedarás algún tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí para adornar su Trono.
¿Me quedo aquí solita?, pregunte con dolor.
No hija. ¿Y tú sufres mucho por eso? ¡No te desanimes! Nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”.
Cuando Lucía le dice a la Virgen que les lleve al Cielo, ver la respuesta: ‘Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tú te quedarás algún tiempo más’.
Las apariciones fueron 1917, de mayo a octubre; Jacinta había nacido en 1910 y murió en 1920, a un mes de cumplir 10 años; Francisco había nacido en 1908 y murió en 1919, a dos meses de cumplir 11 años y Lucía nació en 1907 y murió en 2005 a un mes de cumplir 98 años.
Cuando Lucía le dice a la Virgen que les lleve al Cielo, ver la respuesta: ‘Sí, a Jacinta y a Francisco los llevaré en breve, pero tú te quedarás algún tiempo más’.
Ese ‘algún tiempo más’ que le dice la Virgen fueron simplemente 88 años; no parece que en nuestras medidas, ‘algún tiempo’ sean 88 años, más bien para nosotros eso es mucho tiempo.
Esto nos debería ayudar a pensar que ante Dios deberemos ser un poco más humildes y más sencillos, para aceptar las cosas como Él las disponga y las quiera, buscando siempre en todo que sea tal como en su insondable sabiduría y providencia se nos vayan presentando.
Únicamente deberemos evitar en lo posible, todo estorbo que pongamos en el camino a través de la impureza de corazón, que se manifestará por el pecado cometido.
Que la Santísima Virgen nos lleve de la mano a ese camino de penitencia y oración, que pidió con insistencia a los pastorcitos en Fátima.
Y a Ella pedimos hoy con gran confianza, por todas las necesidades de los Hermanos reunidos aquí en torno a Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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