Buenos días en la Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
En esta Fiesta se pone de relieve una vez más la gran misión del Señor Jesús como mediador entre Dios y el hombre.
El Himno de la Hora de Laudes de esta Fiesta es muy interesante y sugestivo.
“Cantan tu gloria, Cristo Sacerdote, los cielos y la tierra: a ti que por amor te hiciste hombre y al Padre como víctima te ofrendas.
Tu sacrificio nos abrió las puertas, de par en par, del cielo; ante el trono de Dios, es elocuente tu holocausto en la cruz y tu silencio.
Todos los sacrificios de los hombres quedaron abolidos: todos eran figuras que anunciaban al Sacerdote eterno, Jesucristo.
No te basta el morir, que quieres darnos alimento de vida: quedarte con nosotros y ofrecerte sobre el altar: hacerte eucaristía.
Clavado en cruz nos miras, te miramos, crece el amor, la entrega.
Al Padre, en el Espíritu, contigo, eleva nuestro canto y nuestra ofrenda. Amén”.
Hoy es el día en el que todo el Pueblo de Dios debe rezar por los Sacerdotes, Ministros del Señor Jesucristo, para que sean fieles y perseverantes en la altísima misión que el propio Señor Jesús les ha conferido, pues son los que, a través de los Sacramentos, nos dispensan las Gracias de Dios, que nos fortalecen en el caminar de esta jornada terrenal.
Y al mismo Señor Jesucristo te pido que le reces hoy y ahora por las necesidades de los Hermanos, que en torno a su Santísima Madre nos volvemos a encontrar aquí. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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