Reflexión 6 de Mayo

Buenos días
Hace tiempo leí de Jean de la Bruyere esta frase que merece la pena comentar: “No hay amistad duradera si no existe la disposición de perdonar los defectos del otro”.
En principio no parece que presente mayor problema lo que afirma, pero si convendría considerar, pensando en las propias amistades, si se está en esa disposición de ‘perdonar los defectos del otro’, lo que es lo mismo, aceptarlos y asumirlos.
La mejor forma de saberlo es mirando la trayectoria de cualquier amistad: si ha surgido la necesidad de ‘perdonar’ esos posibles defectos y qué se ha hecho.
También, si por parte de alguna amistad, ante algún defecto propio lo ha sabido perdonar.
Sabemos que estamos en una sociedad muy volátil, en la que las cosas duran lo que duran, según variables muy diferentes que van surgiendo, pero no se debe renunciar a los valores humanos que dan consistencia a la vida, como es sin duda la amistad.
La primera definición de ‘amistad’ que nos da el Diccionario de la RAE, es muy expresiva para comprender bien lo importante que es hacer el esfuerzo por conseguir y mantener una amistad, dice que es: “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”.
Bien merece la pena emplear un rato a la reflexión de esas amistades que decimos tener y la calidad de las mismas; así como ver cómo se las puede ayudar a que sean más y más auténticas, reales y verdaderas, tanto en su dirección como en la propia.
Y ya te pido que no dejes de pedir en este mes de mayo a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos, que también serán las tuyas, aquí reunidos.
AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es