Reflexión 11 de Mayo

Buenos días
Estamos en la antevíspera de la Fiesta de la Virgen del Rosario de Fátima, en su 104 aniversario de que la Virgen María se apareciera a tres Pastorcitos en aquel humilde pueblo de Portugal.
Como ya he indicado alguna vez, me parece importante prepararse cuando se sabe que algo va a acontecer, pues es de la única forma que cuando llega el acontecimiento que se ha de celebrar, se pueda hacer con el máximo provecho espiritual y también humano.
En estas Apariciones de la Santísima Virgen María, así como los mensajes que dejó a través de los niños, fueron y son extraordinariamente importantes, pues hizo avisos que al no ser atendidos causaron mucho dolor, como por ejemplo la segunda guerra mundial, e hizo llamadas importantes a la conversión.
Fue el Santo Rosario el que Ella pidió a los niños que rezaran con insistencia, para poder librar a la humanidad de las calamidades que se le venían encima.
Por ejemplo, en la tercera aparición el 13 de julio dijo: “Y continuéis rezando el rosario todos los días en honra a Nuestra Señora del Rosario con el fin de obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque solo Ella puede conseguirlo”.
Y en la cuarta aparición en el mes de agosto escribe Lucia, que era la mayor de los tres: “Y tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió: Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas".
Estas dos muestras valgan hoy para dos cosas, constatar la realidad de hoy frente a aquella de 1917, bastante parecida en muchos aspectos, y tomar actitud de la urgencia de atender las insistencias de la Virgen Santísima en Fátima y en otros lugares, de rezar el Santo Rosario para poder encontrar solución a tantas situaciones problemáticas que tenemos ante sí.
Solo desde la HUMILDAD se puede escuchar a María Santísima y atender a sus llamadas, a sus deseos, que son para el bien nuestro y de la humanidad.
Cada uno sabrá qué debe hacer.
Ahora sí te ruego que reces, al menos un Padrenuestro a Dios Padre, para que las necesidades de los Hermanos encuentren la mejor solución. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es