Reflexión 19 de Abril

Buenos días.
La comprensión es una capacidad o facultad de las personas, que no siempre se cultiva convenientemente.
Es cierto que no es fácil comprender a las personas e incluso las cosas si no hay unas actitudes rectas y sinceras para hacerlo, pues el entorno que a cada persona le rodea está cargado de interrogantes e incertidumbres, que en un primer momento no dejan ver la realidad de lo que hay.
Federico Luis Jahn escribió: “El secreto para vivir en paz con todos, consiste en el arte de comprender a cada uno según su individualidad”.
Efectivamente, cuando se es capaz de acercarse a una persona y conocer la razón y ser de sus pensamientos, planteamientos y comportamientos, más allá si en principio son buenos, malos, acertados o no, es cuando se la puede comprender por qué actúa de una manera concreta.
E igualmente ocurre con cuestiones de orden colectivo, social, etc.; se hace necesario acercarse a la razón concreta y única que ha hecho que se plantee tal medida o cual orden.
No vale que según el propio modo de ver o de gustar las cosas, algo parezca bien o lo contrario; es necesario, primero COMPRENDER si aquello es bueno en su origen y en consecuencia será benéfico en sus resultados.
Federico Luis Jhan califica de ‘arte’ el ‘comprender’, pues realmente es un arte en cuanto exige del que debe ejercitar la comprensión que se trate, una actitud grande de abrirse a la VERDAD que hay detrás de aquello que es preciso comprender.
La persona que se ejercita en ser comprensiva, esto es, en pararse a ‘comprender’ al otro, tendrá la capacidad de aceptar o rechazar lo que realmente alberga su vida, sus planteamientos o sus acciones; y tendrá la capacidad para ayudarle, si fuera posible, a corregir lo que fuera necesario.
Ser comprensivo es comprender, pero no aceptando lo que es contrario a la Ley de Dios, a las buenas costumbres o a las normas básicas de la convivencia humana.
No se debe equivocar el ‘ser comprensivo’ con tener que aceptar cualquier cosa que se pueda presentar, pues siempre se puede correr el peligro de ese ‘buenismo’ que tanto daño hace en las relaciones interpersonales, pues trata de imponer cualquier cosa con tal de justificar actitudes o comportamientos impropios e inaceptables.
Y porque comprendemos que los Hermanos están necesitados de nuestra ayuda espiritual, es por lo que hoy también te pido reces al Señor Resucitado para que venga en su ayuda y protección. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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