Reflexión 15 de Abril

Buenos días
Hemos de seguir recordando los Mandamientos de la Ley de Dios, pues son los grandes referentes de la vida de las personas, particularmente de los cristianos.
Hoy consideremos el Octavo Mandamiento: “No dirás falso testimonio ni mentiras", cuyo cumplimiento tanto se echa de menos en todo nuestro entorno social.
No pocas veces se siente un verdadero rubor al ver y escuchar, particularmente a los personajes de la vida pública, con qué facilidad desfiguran la realidad.
El Catecismo de la Iglesia Católica, al tratar este Mandamiento comienza diciendo: “El octavo mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. Este precepto moral deriva de la vocación del pueblo santo a ser testigo de su Dios, que es y que quiere la verdad...” (núm. 2464).
Como se ve, este Mandamiento tiene dos partes, la primera 'No dirás falso testimonio', que anuncia el respeto a la honra y buena fama a que tiene derecho el prójimo; la segunda ‘No mentirás’, que manda hacer buen uso del don de la palabra, cuando por su medio comunicamos a otros nuestros pensamientos diciendo la verdad, para reconocer así el derecho que tiene el prójimo a no ser engañado.
Creo que esta primera reflexión sobre el Octavo Mandamiento, sería suficiente para poder profundizar en la propia conciencia y así abordar en días siguientes los diferentes aspectos que plantea.
Ya te pido que reces con gran confianza al Señor Resucitado en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos cada día en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es