Reflexión 8 de Junio

Buenos días.
En la Carta a los Efesios, 5, 14-16 dice: “Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo te iluminará. Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos” (Ef 5,14-16).
Os invito a reflexionar sobre este texto bíblico en el que se nos llama a salir de toda postración en la que uno se pueda encontrar, sea del tipo que sea y de la intensidad que se quiera pensar.
El Señor Jesucristo, en el Evangelio, hace una llamada de forma constante: “Velar, Vigilar”, pues en verdad nunca se sabe lo que está por pasar o por llegar.
Por eso, este “despierta tu que duermes… y Cristo te iluminará” es una bonita llamada, una bonita advertencia, que debíamos considerar desde la propia experiencia que estamos viviendo.
Por supuesto, cada historia personal está en una dinámica concreta, pero en este común del confinamiento por el Covid 19, es también posible que en algunos, muchos o pocos, se haya dado como una especie de “letargo” del que hay que despertar porque la vida continúa y han de afrontarse las diferentes situaciones que se van presentando.
Cada uno necesita tener la LUZ DE CRISTO, “Y el Señor te alumbrará”, para poder responder como sea necesario, en Verdad y en Justicia.
Hemos de evitar cualquier reacción explosiva en cualquier aspecto o en cualquier dirección. El confinamiento es posible que nos haya puesto ante ciertas verdades personales y privadas, que hemos comprendido que no debían seguir teniendo cabida en los comportamientos personales, pero es ahora, al volver a ritmos anteriores, cuando no se puede volver a ellos; por eso necesitamos DESPERTAR y dejarnos ILUMINAR por Cristo el Señor.
Este proceder sería simplemente expresión de esa CONVERSIÓN que todos necesitamos y que el momento actual se muestra muy propicio para avanzar en ella.
Lee con detenimiento la cita de San Pablo que está al comienzo, y REFLEXIONA por el exclusivo bien propio.
Las necesidades de los Hermanos, incluidas las tuyas, son múltiples y en algún caso importantes; por favor no dejes de atenderlas, pidiendo por ellas a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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