Reflexión 10 de Junio

Buenos días
El afán de un católico debe estar orientado por la Palabra del Señor Jesús a lo largo de su Vida Pública; una de estas Palabras está en el evangelio de San Mateo 5,48: “Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”.
En esta línea no vale caminar como pueda convenir o como se le vaya ocurriendo a la persona, sino que teniendo en cuenta la PALABRA del Señor Jesucristo, se seguirán los caminos más de acuerdo con esos Consejos Evangélicos.
Cuando no se hace así, se puede afirmar que, en el orden espiritual, es una persona DESORDENADA.
Igualmente lo puede ser en el orden humano y en cualquiera de las facetas en las que se desarrolla la propia vida.
El DESORDEN es un defecto, que como tal ya es en sí mismo nocivo, pero digamos más, puede llegar a echar por tierra lo más esencial de la Fe, porque manteniendo actitudes y comportamientos negativos por la falta de ORDEN, con sus consecuencias directas y colaterales, se abandona todo acto que debe buscar el orden deseado bajo la capa ya demasiado manida de que “la Misericordia de Dios me comprende y me perdonará”. Y no es así, Hermanos.
Los actos ejercidos desde la LIBERTAD, de la que ha sido dotada la persona, es la única responsable de que se sea ORDENADO o DESORDENADO; cada cual decide libremente qué hacer en cada momento.
Y como ocurre con cualquier virtud o defecto, se ha de trabajar con ahínco, bajo la mirada amorosa de Dios que facilita toda la Gracia que sea necesaria, para lograr y mantener la VIRTUD, así como para desenmascarar el DEFECTO, trabajando seriamente por transformarlo en la virtud que se corresponda.
Existen muchas situaciones personales en las que no se tiene en cuenta esta disyuntiva: Virtud o Defecto, cuando no Virtud o Vicio, aceptando alegremente, como ya se ha dicho, lo que guste, convenga o apetezca, lo cual es equivocado y con resultados muy negativos.
Todos, tú también, necesitamos tu oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, pidiéndola que acuda en ayuda y auxilio de todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
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