Reflexión 22 de Junio

Buenos días
Comenzamos la semana con una perspectiva ya distinta de los últimos meses, porque dicen que caminamos hacia la normalidad rota por el estallido de la pandemia.
Si nos preguntamos: ¿Y ahora qué? Pues ahora, PACIENCIA, pues son unos momentos muy proclives a la IMPACIENCIA porque se querrá correr y correr para hacer cosas que no se pudieron, porque se querrá ir a donde no se pudo, porque además está el verano, que no se puede desaprovechar…
Pero ya se sabe que la acción de las cosas exige tiempo y el tiempo pasado se hace imposible disponer de sus horas, para vivirlas en los momentos actuales que te dejan mover ya con cierta libertad.
Por ello, mejor será que se vea todo con la mayor SERENIDAD posible para no dar “pasos en falso”; que de ninguna de las maneras la IMPACIENCIA sea la consejera de esta nueva etapa y que la intranquilidad y desasosiego, que suele producir, no cause ningún problema añadido a los que ya se vayan presentando propios de la vida misma.
Pero hay algo que no se puede olvidar: la PANDEMIA, que no está totalmente vencida, por lo que habrá que poner cada uno todo lo que pueda de su parte en cuanto a los cuidados recomendados, pero también no olvidar que sin la Bendición de Dios el horizonte no será limpio y luminoso, libre de toda inquietud.
Si los hombres nos empeñamos en seguir viviendo de espaldas a Dios, como demuestran muchos signos de los tiempos, no podemos esperar sino que se agraven las desgracias que se van manifestando a lo largo y ancho de la sociedad mundial, ‘rebrotes’ incluidos.
Para poner ‘el grano de arena personal’ que cada uno pueda, ahí tenemos el SANTO ROSARIO, que tanto ha insistido la Santísima Virgen que se rece para conseguir el Perdón y la Misericordia de Dios.
Sigue perseverando, por favor, en rezar como cada día por las necesidades de todos los Hermanos, reunidos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es