Reflexión 5 de Enero

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
En los momentos más tensos, más difíciles o más complicados, se hace muy necesario mantener una actitud de SERENIDAD.
Las personas suelen ser impulsivas, inquietas, nerviosas, cuando están ante alguna situación, bien imprevista, bien inesperada o simplemente comprometedora.
Son momentos o situaciones que exigen SERENIDAD, pues sin ella no se acierta en la respuesta que sea necesario dar, y lo que es peor, pueden hacerse con la situación, la imprudencia, la impaciencia o una alteración de nervios que lleva a la persona a no controlar, a cometer errores y hasta perjudicar a terceras personas.
La SERENIDAD debe servir para aclarar, moderar, sosegar o tranquilizar cualquier situación que arrastra al enojo, incluso a la ira o a cualquier otra pasión, particularmente del corazón.
En definitiva lo que se plantea es, una vez más, hacer el ejercicio de CONOCERSE A SÍ MISMO, para poder saber, en este caso, si se tiene la SERENIDAD sufiente a la hora de afrontar cualquier problema o situación, o, por el contrario, se hace preciso plantear un ejercicio moral y espiritual para adquirir esta virtud.
Lo positivo que tiene el REFLEXIONAR sobre uno mismo, es poder CRECER al tener claro lo que uno es y trabajar, en su caso, por adquirir aquellas virtudes que se muestran deficientes o simplemente no se tienen.
Te pido hoy que reces también por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que nos reunimos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN
Emilio  Castrillón
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
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