Reflexión 20 de Enero

Buenos días 
Uno de los momentos preferidos para el encuentro con Dios, es la ORACIÓN,
tanto personal como comunitaria.
Todos tenemos una gran necesidad de tener estos encuentros con el Señor, aunque se piense que no es tal. Incluso algunos no verán este tipo de relación y tendrán que esperar, porque más pronto que tarde surgirán situaciones y circunstancias que le obligarán a ORAR a Dios, a no ser que cambien la oración por renegar y negar a Dios, lo que en sí sería ya demasiado grave. 
Lo importante es que se dedique, cada día, con regularidad, un tiempo para ese encuentro con el Padre, con el Hijo y/o con el Espíritu Santo.
La ORACIÓN deberá expresar la situación personal del momento, en una relación con Dios que podríamos denominar como interactiva, esto es, hablamos a Dios y le escuchamos.
La persona siempre tiene mucho para tratar con el Señor, pero también necesitará de Él sus respuestas.
Hay diferentes tipos de oración, diferentes formas de dirigirse a Dios.
Veamos: Oración de Alabanza, de Petición, de Acción de gracias, de Intercesión por otros, de Adoración, de Bendición.
En todas ellas la persona encontrará siempre a Dios muy receptivo, dispuesto a derramar su Misericordia por todo cuanto se le diga o plantee.
Aprovechemos para revisar cada uno su encuentro de Oración con Dios, uno y trino, con dos actitudes.
Una, perfeccionar estos encuentros en caso que ya existan.
Otra, iniciaremos el camino de oración, si así fuera necesario, aunque solo sea con alguna jaculatoria u oración sencilla: padrenuestro, avemaría, gloria, etc.
Aunque cada día ya te pido este recuerdo, esta oración, aunque sea sencilla, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
www.materchristi.es