Reflexión 14 de Enero

Buenos días. 
¿Será verdad la afirmación de que las tres cosas más difíciles de este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo?
Cada uno podrá contestar si lo cree así, a partir de su propia experiencia de vida.
Lo cierto es que esta afirmación de Benjamín Franklin, da mucho para pensar y también para tomar postura, ante tres realidades complicadas en la experiencia ordinaria del nada fácil vivir de cada día.
Un secreto suele ser sí mismo algo fuerte y duro, hablando de una forma seria, lo que cuesta llevar precisamente porque no pocas veces 'la realidad supera la ficción', pero, en cambio, si se acepta recibir el secreto que fuera, hay que guardarlo cueste lo que cueste.
Porque normalmente se avisa que te van a confiar un secreto, o enseguida se advierte, por lo que si uno no va a ser capaz de guardarlo para siempre, que no se comprometa cuando le avisan que se lo van a confiar.
Siguiendo en la línea de ver las cosas con total seriedad, alguien que cuenta un secreto es porque lo que se trate, le agobia, le duele, se le hace algo insuperable, etc., etc., por lo que se requiere de una LEALTAD definida, seria y comprometida, para no defraudar a nadie, ni a quien confió el secreto ni a quien se lo divulgue, al que, según sea, pudiera llegar a escandalizar.
Entendiendo que ya es algo importante para reflexionar y mirar la propia vida y comportamiento, dejamos para considerarlo en los próximos días lo de 'perdonar un agravio' y 'aprovechar el tiempo'.
Queda recordarte que el resto de los Hermanos, que nos encontramos cada día en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía, necesitamos tu oración, para que todos, también, encomendemos las necesidades de cualquier orden a Dios, al amparo de estas oraciones de todos, que se harán UNA ante Dios nuestro Padre. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
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