Reflexión 31 de Octubre

Buenos días.
Mañana celebraremos la SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS.
Gozosos celebramos a TODOS los que ya están con Cristo en la Gloria, gozando de la Visión Eterna de DIOS: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Preparándonos para la Celebración de mañana, reflexionemos una vez más en esa vocación común a la SANTIDAD que todos hemos recibido, porque Dios Nuestro Señor nos ha llamado a cada uno a la SANTIDAD.
Una realidad ésta que las personas deben ver como lo más natural, aunque parece haber una resistencia a aceptarla.
Dios creó al Hombre a su imagen y semejanza, para que llegara a la participación plena de su Gloria, en el Cielo, por el único camino posible que es viviendo en su AMOR y en su GRACIA.
Y esto se va haciendo con la Santidad de vida, que tanto parece asustar o escandalizar a las personas.
¿Qué tiene de extraordinario la vida en santidad?
Únicamente de lo que se trata es de vivir en el ORDEN que emana del mismo Dios, de su Amor y de su Ley.
Y todo esto exige, simplemente cumplir bien en todos los deberes y obligaciones que cada persona tiene, según su edad, estado y responsabilidades que le obliguen.
La SANTIDAD va llevando poco a poco, día a día, a la persona por caminos de virtud y de libertad en razón de la perfección que va consiguiendo.
Os INVITO a una REFLEXIÓN sincera y noble, para que veáis que la SANTIDAD la tenéis a vuestro alcance porque únicamente hay que ponerse en camino, abandonando, eso sí, el pecado y volviendo a Dios nuestro Padre cada vez que nos equivoquemos y separemos de Él.
Con la intercesión de los Santos, rezamos ahora tres avemarías a María, nuestra Madre y nuestra Guía, modelo también de SANTIDAD, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España
www.materchristi.es