Reflexión 21 de Octubre

Buenos días 
Todos reconocemos en la persona que es prudente, el mérito de VIVIR esta Virtud de la PRUDENCIA.
En la persona prudente se concentran otras virtudes que son también muy significativas, como son la sensatez y el buen juicio.
La persona prudente sabe discernir en cada momento lo que es bueno o malo, lo que conviene y lo que no, porque su talante de moderación le lleva por caminos serenos, en los que se puede dar perfecta cuenta de lo que conviene decir o lo que conviene callar.
De esta forma de comportamiento, los otros se darán cuenta que a la persona PRUDENTE no se la puede fácilmente 'arrastrar' a situaciones que no convenga o que no sean razonables.
No se puede olvidar que la PRUDENCIA es una de las cuatro virtudes cardinales, o lo que lo mismo, una de las cuatro virtudes fundamentales en el desarrollo humano de la persona.
Las VIRTUDES CARDINALES deben estar muy presentes en la vida de cualquier católico, o al menos la conciencia de que existen, y que han de ser objeto de búsqueda para conseguirlas y practicarlas, pues como se dice más arriba, son las principales y fundamentales en la vida humana de la persona.
Por tanto será conveniente preguntarse sobre ellas en la propia vida.
Hoy la PRUDENCIA, pero al tiempo de ver también las otras tres: Justicia, Fortaleza y Templanza, que deben 'adornar' tu vida junto con la PRUDENCIA.
Y pasando a las preguntas obligadas, ¿eres persona PRUDENTE?
¿sabes comportarte con PRUDENCIA? 
Sobre todo cuando estás ante asuntos delicados o de consecuencias serias.
Estas Virtudes principales cuales son las Cardinales, bien merece tenerlas en cuenta, para adquirirlas o fomentarlas más si ya se tienen.
Reza ya con Fe y Esperanza, aunque sólo sean tres avemarías, por todas las necesidades de los Hermanos, reunidos hoy, como cada día, en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España
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