Reflexión 2 de Noviembre

02.11.2020
Buenos días en la CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS. 
Es este un día muy significativo en la vida de la Iglesia, pues si ayer vivíamos la UNIDAD con la Iglesia Triunfante, hoy lo hacemos con la IGLESIA PURGANTE.
Y debe ser igualmente un día muy importante para cada cristiano, pues no sólo nos lleva al recuerdo de todos aquellos que vivieron vinculados a nosotros, bien por los lazos de la sangre o por los lazos de la amistad, también por los lazos de la FE, sino que nos pone ante la realidad de los Novísimos que aún hemos de vivir los que formamos la Iglesia Peregrinante.
La muerte física es el gran momento que hemos de vivir aún, el gran tránsito de esta jornada terrenal para entrar en la jornada eterna, en la que se nos espera para VIVIR la Gloria de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Pero en tanto llegamos -día a día vamos haciendo el camino hacia nuestro ‘transito’ en Dios- hemos de prestar nuestra atención a aquellos Hermanos nuestros que ya hicieron su propio tránsito, pero que aún no han perfeccionado el camino y viven su estado de purificación en el Purgatorio.
Ellos esperan con anhelo la culminación de esta Purificación para alcanzar las Moradas Eternas, pero con no menos anhelo confían y esperan en tus sufragios, en los sufragios que la Iglesia Peregrinante ofrezca por ellos y así 'aligerar el paso'.
Es Verdad de Fe que las almas en estado de purificación no pueden por sí mismas ‘merecer’, y es por ello que han de ESPERAR su camino merecido de purificación, pero Dios, en su infinita Misericordia, admite que vengan en su auxilio los hermanos que peregrinamos a la Casa del Padre, ofreciendo por ellos cualquier clase de sufragios que abrevie su tiempo de purificación.
Hoy es el día de recuerdo de los Difuntos, pero sobre todo de un recuerdo eficaz que se manifiesta con gestos de bondad y de amor, a través del ofrecimiento de oraciones, sacrificios, limosnas o cualquier otro tipo de sufragios que se les pueda aplicar, sin olvidar que el más valioso sin comparación es la Celebración de la Santa Misa.
La Iglesia valora tanto esta actitud de ayuda a las almas de los fieles difuntos, que denomina este mes de noviembre como el MES DE LOS DIFUNTOS, y si cada año concede el que se pueda ganar la Indulgencia Plenaria por los difuntos del 1 al 8 de noviembre, este año el Santo Padre ha concedido que se pueda ganar esta Indulgencia Plenaria para ellos durante todo el mes de noviembre.
Más abajo os incluyo el Decreto de la Penitenciaría Apostólica.
Que este año, el Mes de los Difuntos despierte en cada uno un gran Amor por los Hermanos que aún purifican sus pecados en el Purgatorio, de manera que no los olvidemos cada día, aunque sólo sea rezando un padrenuestro ‘por los difuntos más necesitados’.
Pero ahora es momento de rezar una sencilla oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, por todas las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España

DECRETO DE LA PENITENCIARIA APOSTÓLICA
Este año, en las circunstancias actuales debidas a la pandemia de "covid-19", las indulgencias plenarias para los fieles fallecidos se prorrogarán durante todo el mes de noviembre, con la adecuación de las obras y condiciones para garantizar la seguridad de los fieles.
Esta Penitenciaría Apostólica ha recibido muchas peticiones de los sagrados pastores solicitando que este año, a causa de la epidemia de "covid-19", se conmutaran las obras piadosas para obtener las indulgencias plenarias aplicables a las almas del purgatorio, según el Manual de Indulgencias (conc. 29, § 1). Por este motivo la Penitenciaría Apostólica, por mandato especial de Su Santidad el Papa Francisco, establece de muy buen grado y decide que este año, para evitar las aglomeraciones donde están prohibidas:
a.- La indulgencia plenaria para los que visiten un cementerio y recen por los difuntos aunque sólo sea mentalmente, establecida por regla general sólo en días concretos del 1 al 8 de noviembre, podrá ser trasladada a otros días del mismo mes hasta que acabe. Estos días, elegidos libremente por los fieles, también pueden ser independientes entre sí.
b.- la indulgencia plenaria del 2 de noviembre, establecida con ocasión de la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos para los que visiten piadosamente una iglesia u oratorio y reciten allí el "Padre Nuestro" y el "Credo", puede ser transferida no sólo al domingo anterior o posterior o al día de la solemnidad de Todos los Santos, sino también a otro día del mes de noviembre, libremente elegido por cada uno de los fieles.
Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos graves no puedan salir de casa, por ejemplo a causa de las restricciones impuestas por la autoridad competente para el tiempo de la pandemia, con el fin de evitar que numerosos fieles se aglomeren en los lugares sagrados, podrán obtener la indulgencia plenaria siempre que se unan espiritualmente a todos los demás fieles, completamente desapegados del pecado y con la intención de cumplir cuanto antes las tres condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), ante una imagen de Jesús o de la Santísima Virgen María, recen oraciones piadosas por los difuntos, por ejemplo, laudes y vísperas del Oficio de Difuntos, el rosario mariano, la corona de la Divina Misericordia, otras oraciones por los difuntos más apreciadas por los fieles, o se dediquen a la lectura meditada de alguno de los pasajes del Evangelio propuestos por la liturgia de los difuntos, o realicen una obra de misericordia ofreciendo a Dios los dolores y las dificultades de su propia vida.
Para facilitar la obtención de la gracia divina por medio de la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega encarecidamente a todos los sacerdotes con facultades adecuadas que se ofrezcan con particular generosidad a la celebración del sacramento de la Penitencia y administren la santa comunión a los enfermos.
Sin embargo, en lo que respecta a las condiciones espirituales para la plena consecución de la indulgencia, se recuerda que hay que recurrir a las indicaciones ya emanadas en la nota "Sobre el sacramento de la penitencia en la actual situación de pandemia", emitida por esta Penitenciaría Apostólica el 19 de marzo de 2020.
Por último, puesto que las almas del Purgatorio son ayudadas por los sufragios de los fieles y especialmente por el sacrificio del altar agradable a Dios (cf. Conc. Tr. Sess. XXV, Decr. De Purgatorio), se invita encarecidamente a todos los sacerdotes a celebrar tres veces la santa misa el día de la Conmemoración de Todos los fieles Difuntos, de acuerdo con la Constitución Apostólica "Incruentum Altaris", promulgada por el Papa Benedicto XV, de venerada memoria, el 10 de agosto de 1915.
Este decreto es válido para todo el mes de noviembre. No obstante cualquier disposición en contrario.
Dado en Roma, desde la sede de la Penitenciaría Apostólica,