Reflexión 18 de Noviembre

Buenos días
No pocas veces las personas experimentan conflictos interiores que no siempre saben o pueden comunicar, porque no son capaces de verbalizar lo que les está ocurriendo.
Esta situación les puede causar un sufrimiento grande, que llegan a sentir como una losa que les aplasta, lo que les empuja a huir, no a superar o salir del conflicto en que están ‘apresadas’, que sería lo lógico y necesario, pero huyen con unas consecuencias que casi nunca, ni son aceptables ni menos satisfactorias.
La persona, como ya hemos comentado en otras ocasiones, tiene el grave deber de GOBERNAR SU VIDA, lo que implica tener el control de todos sus sentimientos, pensamientos, palabras y obras, bajo el aliento del Espíritu Santo y desde una CONCIENCIA RECTA.
He aquí la importancia que comentábamos de tener que trabajar cada día para conseguir una conciencia bien formada, pues solo así se podrá encarar cualquier conflicto o contingencia, sea interior o exterior.
Desde la conciencia bien formada se podrá valorar convenientemente cualquier situación que se presente, se tendrá la capacidad de poder verbalizarlo para actuar como corresponda, bien con ayuda de otros, bien desde los propios recursos.
Nuestra sociedad, caracterizada por la permisividad, empuja a las personas en conflicto personal a la huida hacia adelante, arrastrándolas y metiéndolas en situaciones que en principio pueden parecer mejores que las vividas, pero que no tardarán en ver que no es así.
Es preciso animar a los otros y animarse a sí mismo a cuidar la salud de la propia conciencia, pues será garantía segura de poder hacer el camino satisfactorio para cubrir esta jornada terrenal en el agrado de Dios, que nos pide PERSEVERANCIA EN EL BIEN, como nos enseñó el Señor Jesucristo con su Vida y con su Obra.
El mismo Señor Jesús nos avisa de lo que puede ocurrir, de lo que puede ESTAR ya ocurriendo, y cómo es preciso actuar: PERSEVERANDO EN EL BIEN, por el que nos conducirá la conciencia recta y bien formada.
Os ofrezco unos pasajes del Evangelio para vuestra reflexión.
Dice el Señor: “Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará” (Mt 10,22); “Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente, y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría; pero el que persevere hasta el final se salvará” (Mt 24,11-13); “Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre, pero quien persevere hasta el fin se salvará” (Mc 13,13).
Reza ya con Fe y Esperanza al Señor, por todas las necesidades de los Hermanos: espirituales, morales y materiales. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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