Reflexión 30 de Noviembre

Buenos días 
Segundo día de la Novena de la Inmaculada.
Uno de los pensamientos que saltan al meditar la CONCEPCIÓN INMACULADA DE MARÍA, es la existencia del PECADO.
En nuestro tiempo no sólo no se quiere hablar del pecado, sino que ni tan siquiera se quiere reconocer su realidad en la vida de las personas, en las diferentes colectividades humanas e incluso llega a invadir a sociedades de rango superior, como son las naciones.
Es una gran desgracia para las personas ignorar el pecado, en todas las manifestaciones que se presenta.
Y no es menos desgracia sucumbir a él, queriendo desentenderse de la voz interior de la conciencia, que a fuerza de rechazar todo sentimiento de ella, de la inteligencia y de la memoria, lleva a la persona a aparentar una actitud de que todo es posible porque no hay ni reglas morales, ni principios de convivencia en el respeto a sí mismo y al otro.
CONCLUSIÓN. Cada cual haga lo que quiera.
No se respete a sí mismo y en consecuencia, no respete a los demás, porque al fin y al cabo, se dice, que 'cada uno es dueño de sus actos' por encima de todo orden natural y sobrenatural.
Y por aquí, ya estamos ante la vida sin más objetivo que hacer, conseguir y vivir lo que interese, apetezca o venga en gana.
Ya podemos comenzar una REFLEXIÓN seria sobre la postura que cada uno mantiene ante el PECADO. 
Y lo más serio e importante es cuestionarse cómo se convive con el PECADO.
¿Se conoce realmente el PECADO como tal en uno mismo y en el entorno?
¿Se vive atento a evitarlo?
¿Se lucha para huir de él?
Cuándo se sucumbe, ¿se tiene la humildad para reconocerlo, aceptarlo y confesarlo en su caso?
Recordad al hijo pródigo: "Me levantare, iré a mí Padre y le diré: He pecado contra el Cielo y contra ti..." (Lc 15,18-20)
En tanto seguimos este camino de CONVERSIÓN personal, recemos por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que hoy nos volvemos a UNIR en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchristi.es