Reflexión 6 de Noviembre

Buenos días 
El famoso Padre Jerónimo Feijoo, Monje Benedictino del siglo XVIII, escribió en su Obra Sabiduría aparente: "Despreciar a otros que saben más, es el arte más vil".
El gran problema comienza al tener que aceptar que hay alguien que sabe más que uno mismo, aunque de boca para fuera no resulte difícil decir que esta o aquella persona está muy bien preparada en alguna materia concreta.
¡Cuánto suele costarnos a las personas ser humildes, aceptar la realidad tal cual es!
Y verdaderamente muchas veces aceptamos, aunque sea en lo secreto del propio corazón, la 'vileza' de 'despreciar al otro', porque nos sobrepasa en conocimientos o en alguna experiencia concreta de la vida.
Cuando podemos aprovechar su sabiduría, su ayuda y su compañía, preferimos negar una evidencia que nos traería no otra cosa, si no beneficios.
Aparte de controlar nuestro corazón recordando el Consejo Evangélico: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8), deberíamos meditar un poco para tomar la decisión más conveniente a este respecto.
La invitación que os hago cada día para rezar por todos nosotros, no deberíamos despreciarla, porque debe ser, es, fuente de muchas bendiciones. Acercaros al Evangelio de San Mateo 18, 19: "Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo se lo dará mi Padre que está en los cielos".
Es cuestión de FE Y de CONFIANZA EN DIOS NUESTRO PADRE. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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