Reflexión 6 de Diciembre

Buenos días.
En el mes de diciembre hay varias Fiestas de la Santísima Virgen María. La primera será la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el día 8; seguidamente el día 10 será la Virgen de Loreto, el día 12 la Virgen de Guadalupe de México y el día 18 la Virgen de la Esperanza; para pasar luego a las celebraciones propias de la Natividad del Señor, en las que la Virgen tiene un papel tan notable como significativo.
Sería, pues, muy importante estar atentos a estas celebraciones para poder honrar a la Virgen Santa María, además de poder conocerla más y más e imitar todo el tesoro de virtudes que encontramos en su vida terrenal, así como el lugar que ocupa en la Historia de la Salvación.
Mirando hacia la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, nos damos cuenta del gran privilegio con que  el Dios Creador adorno a esta creatura suya, liberándola del pecado original con el que había quedado marcada toda la humanidad, pues con ello María estaba dispuesta a ser la humilde esclava del Señor, como Ella misma manifestó en la Anunciación al Arcángel San Gabriel.
Vamos a prepararnos para vivir estas Fiestas de la Virgen María, y ahora más particularmente la Solemnidad de su Inmaculada Concepción.
Vamos a intentar conocerla más y más a través de la historia de estas advocaciones, en las que se manifiesta realmente su vida y su entrega a la Voluntad de Dios y a la maternidad divina de su Hijo Jesús, y su entrega también a la maternidad de todo el género humano.
Le mostraremos nuestro amor dejándola que nos guíe con su celo maternal, así como con nuestras oraciones y actos de amor, que desagravien su muy ultrajado Corazón Inmaculado.
A Ella te pido le reces hoy por todas las inquietudes y necesidades de los Hermanos que aquí nos volvemos a encontrar. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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