Reflexión 11 de Diciembre

Buenos días en el Día del Señor.
Ya en el Tercer Domingo de Adviento, Domingo Gaudete, nos acercamos a la Celebración de la Natividad del Señor, mientras seguimos en vigilante espera de la Segunda Venida del Señor Jesucristo en su Parusía.
Esta vigilante espera nos invita de forma constante a hacer camino de conversión para poder estar preparados en la actitud necesaria, pero si además miramos a nuestro mundo, tan alejado de Dios, no hay otro recurso mejor ni más acertado que hacer el camino de vivir vueltos a Dios, a su Amor y a su Misericordia, pues de lo contrario hacia dónde caminaremos…
En la segunda Lectura de la Santa Misa de este ciclo A, el Apóstol Santiago dice en su carta,5,7-10: “Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor”.
Nos exhorta a tener paciencia: ‘hasta la venida del Señor…, porque la venida del Señor está cerca’, aunque nos cueste creerlo en este mundo tan dislocado y presionado por el consumismo entre otras cosas.
‘Mirad que el juez está ya a la puerta’, lo cual tampoco lo tenemos ni presente,  ni tan siquiera asumido, pienso yo. Tú sabrás cómo lo crees y cómo lo vives.
Mientras revisas tu actitud personal ante la Parusía, reza ya hoy al Señor Jesús Resucitado por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, Nuestra Señora del Adviento. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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