Reflexión 30 de Diciembre

Buenos días en la Fiesta de la Sagrada Familia.
Este día es tan importante como los que la protagonizan: Jesús, María y José, y si cabe, en estos momentos de la historia, en los que se ataca y denigra la familia hasta límites insospechados, es más necesario pararnos en esta Fiesta para celebrarla con la máxima atención y dedicación personal.
Toda la Liturgia de este día es muy bella y sugerente; veamos la Oración colecta de la Misa: “Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que imitando sus virtudes domésticas y su unión en el amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del Cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Efectivamente, Dios nos ha propuesto a la Sagrada Familia como ejemplo, ¿cómo lo está asumiendo nuestra sociedad en este tiempo que nos está tocando vivir?
En la segunda parte de la oración se pide llegar ‘a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo’, con el compromiso de imitar a la Sagrada Familia en sus virtudes domésticas y en su unidad en el amor. Y uno se pregunta: ¿El hombre de hoy piensa en que algún día está llamado a vivir en el hogar del Cielo por toda la eternidad? O por el contrario, ¿no lo piensa porque no lo cree, o porque no lo necesita ahora mismo?
En la oración del Ofertorio de la Santa Misa, se dice: “Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de expiación, te suplicamos, por intercesión de la Virgen, Madre de Dios, y de san José, que guardes a nuestras familias, en tu gracia y en tu paz verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor”.
En medio del ambiente que vivimos, en el que el término ‘familia’ está tan diluido como degradado, qué difícil se hace entender el pedir a Dios que guarde a las familias en su gracia y en su paz, pues aunque para Dios no hay nada imposible, somos nosotros los que le presentamos unas familias en muchos casos muy desnaturalizadas, tanto que no es fácil identificarlas como tal.
Trabajemos todos, en la medida que a cada uno le sea posible, por iluminar los caminos para conseguir mantener la familia en lo que fueron, desde la creación del mundo, los designios de Dios sobre ella.
Y recemos a la Sagrada familia por todos los Hermanos, sus intenciones, sus necesidades y sus familias. AMÉN. 
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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